Para la pediatría actual el yoga es una disciplina plenamente recomendable, que hace tiempo se hizo popular en nuestro país. Muchas personas lo practican, pero hoy en día esta llegando con mayor fuerza a los niños entre 3 y 12 años.

En que consta nuestro trabajo con los niños?

1.-Práctica Corporal (Asanas o posturas).

2.-Práctica Respiratoria. (Pranayama)

3.-Práctica Mental. (Meditación y relajación)

El aporte del yoga para ellos es muy rico. Desde los tres años de edad hasta los siete se enseña de una forma más didáctica, con cuentos generalmente y con eso se van realizando las asanas o posiciones. Con los más grandes se trabaja a través de juegos, porque son más activos.

El yoga mejora la capacidad de concentración, la postura, relaja y equilibra la flexibilidad y energía, por eso se considera una forma de vida más que una disciplina, porque ayuda en muchos aspectos de la vida, que hace vivir de forma más saludable dando seguridad y un crecimiento en la autoestima.

Lo importante del yoga para comenzar es aprender a respirar de forma conciente, sintiendo este proceso, de forma tranquila y pausada. Cuando este efecto lo logran los niños los resultados son increíbles, ya que hay grandes avances en su concentración y les ayuda a mejorar la comunicación con los demás e incluso están más atentos y participativos en clase.

Además es bueno que los niños lo practiquen ya que muchas veces los problemas que traen posteriormente obstáculos en la vida adulta, trancas psicológicas, vienen de la etapa infantil y a través de la meditación del yoga se puede aprender a poner a descansar la mente.

Las clases para los niños son más cortas que las que se hacen para adultos, duran entre 45 minutos y una hora, debido a que no tienen el mismo nivel de concentración que un adulto y en cuanto al método de enseñanza y ritmo depende de cada uno.

Beneficios de la práctica del yoga para niños

Los beneficios del yoga en los niños son variados, ya que les ayuda desde pequeños en su postura, porque alinea la columna, haciendo que la respiración sea mejor y eso les dé más energía. Además como aprenden a respirar bien, logran dominar emociones, conectándolos consigo mismos, logrando más autocontrol y autoconocimiento.

Al mismo tiempo, aumenta la capacidad de concentración, que les ayudará a tener un mejor rendimiento en sus estudios e incrementa la autoestima, ya que cambia su percepción del mundo y de sí mismo, logrando obtener más confianza en él.

Finalmente logran relajarse, a través de técnicas enseñadas en las clases de yoga. Esto les ayudará a liberar tensiones, penas, cambios ánimo repentino, molestias, entre otras emociones.

Incluso podría ser una buena herramienta para usar en clases, debido a que relaja y concentra a los alumnos, “los ejercicios de yoga son una estupenda estrategia para fomentar la interacción social entre los estudiantes puesto que los ejercicios son novedosos, despiertan el interés y la participación de los alumnos y siempre contienen una estrecha relación entre la mente y el cuerpo”, señala el psicólogo Juan Paulo Paredes.

El yoga es una disciplina psicofísica con la que se alcanzan condiciones de gran bienestar para el cuerpo y la mente. Las posturas del yoga se inspiran en los elementos de la naturaleza, animales, plantas, formas, niños, más receptivos y dúctiles que los adultos, reciben muchos beneficios a través del yoga: una musculatura, en general, y una columna vertebral, en particular, más fuertes, una postura correcta que reduce las desviaciones y el dolor de espalda, una elevación de las defensas inmunitarias y un estado de ánimo más sereno y equilibrado.

El niño aprende a respirar de forma correcta y profunda, con la nariz, y no con la boca abierta; con la barriga, y no sólo con el tórax. Esta técnica mejora el funcionamiento del aparato respiratorio y calma la mente, porque cuanto más tranquila y regular es la respiración, más se aplacan los pensamientos.

Fuente: Natalia Oróstegui Saludactual